Difference between revisions of "Translations:Adventist Youth Honors Answer Book/Outreach/Crisis Intervention/23/es"
(Created page with "===c. Lucas 8:40-56===") |
|||
Line 1: | Line 1: | ||
===c. Lucas 8:40-56=== | ===c. Lucas 8:40-56=== | ||
+ | {{Bible verse/es | ||
+ | |book=Lucas | ||
+ | |chapter=8 | ||
+ | |verse=40-56 | ||
+ | |version=RVR1995 | ||
+ | |text= | ||
+ | 40 Cuando volvió Jesús, lo recibió la multitud con gozo, pues todos lo esperaban. 41 Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un alto dignatario de la sinagoga; postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrara en su casa, 42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. | ||
+ | |||
+ | Y mientras iba, la multitud lo oprimía. | ||
+ | |||
+ | 43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y por ninguno había podido ser curada, 44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Al instante se detuvo el flujo de su sangre. 45 Entonces Jesús dijo: | ||
+ | |||
+ | —¿Quién es el que me ha tocado? | ||
+ | |||
+ | Todos lo negaban, y dijo Pedro y los que con él estaban: | ||
+ | |||
+ | —Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y preguntas: “¿Quién es el que me ha tocado?” | ||
+ | |||
+ | 46 Pero Jesús dijo: | ||
+ | |||
+ | —Alguien me ha tocado, porque yo he sentido que ha salido poder de mí. | ||
+ | |||
+ | 47 Entonces, cuando la mujer vio que había sido descubierta, vino temblando y, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa lo había tocado y cómo al instante había sido sanada. 48 Él le dijo: | ||
+ | |||
+ | —Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. | ||
+ | |||
+ | 49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del alto dignatario de la sinagoga a decirle: | ||
+ | |||
+ | —Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. | ||
+ | |||
+ | 50 Oyéndolo Jesús, le respondió: | ||
+ | |||
+ | —No temas; cree solamente y será salva. | ||
+ | |||
+ | 51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan y al padre y a la madre de la niña. 52 Todos lloraban y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: | ||
+ | |||
+ | —No lloréis; no está muerta, sino que duerme. | ||
+ | |||
+ | 53 Y se burlaban de él, porque sabían que estaba muerta. 54 Pero él, tomándola de la mano, clamó diciendo: | ||
+ | |||
+ | —¡Muchacha, levántate! | ||
+ | |||
+ | 55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diera de comer. 56 Sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijeran lo que había sucedido.}} |
Latest revision as of 16:07, 13 October 2015
c. Lucas 8:40-56
Lucas 8:40-56 (RVR1995) |
---|
40 Cuando volvió Jesús, lo recibió la multitud con gozo, pues todos lo esperaban. 41 Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un alto dignatario de la sinagoga; postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrara en su casa, 42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo.
Y mientras iba, la multitud lo oprimía. 43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y por ninguno había podido ser curada, 44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Al instante se detuvo el flujo de su sangre. 45 Entonces Jesús dijo: —¿Quién es el que me ha tocado? Todos lo negaban, y dijo Pedro y los que con él estaban: —Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y preguntas: “¿Quién es el que me ha tocado?” 46 Pero Jesús dijo: —Alguien me ha tocado, porque yo he sentido que ha salido poder de mí. 47 Entonces, cuando la mujer vio que había sido descubierta, vino temblando y, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa lo había tocado y cómo al instante había sido sanada. 48 Él le dijo: —Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. 49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del alto dignatario de la sinagoga a decirle: —Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. 50 Oyéndolo Jesús, le respondió: —No temas; cree solamente y será salva. 51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan y al padre y a la madre de la niña. 52 Todos lloraban y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: —No lloréis; no está muerta, sino que duerme. 53 Y se burlaban de él, porque sabían que estaba muerta. 54 Pero él, tomándola de la mano, clamó diciendo: —¡Muchacha, levántate! 55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diera de comer. 56 Sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijeran lo que había sucedido. |