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Siphonaptera

Pulga (Siphonaptera)

Orden: Siphonaptera

Descripción: Las pulgas son parásitos externos, que viven de la sangre de los mamíferos y aves. Las pulgas son pequeñas (1/16 a 1/8-pulgada [1.5 a 3.3 mm] de largo), ágiles, generalmente de color oscuro (por ejemplo, el marrón rojizo de la pulga de gato), insectos sin alas con piezas bucales en forma de tubo adaptadas para alimentarse de la sangre de sus huéspedes. Sus cuerpos se aplanan de lado a lado, lo que permite un movimiento fácil a través de los pelos o plumas en el cuerpo del huésped. Sus patas son largas, el par trasero está bien adaptado para saltar (verticalmente hasta siete pulgadas [18 cm]; horizontalmente trece pulgadas [33 cm]), alrededor de 200 veces la longitud de su propio cuerpo, haciendo que la pulga sea el mejor saltador de todos los animales (en comparación con el tamaño del cuerpo). El cuerpo de la pulga es duro, pulido y está cubierto con muchos pelos y espinas cortas dirigidas hacia atrás, lo que permite que la pulga pase a través de los pelos de su huésped. Las pulgas atacan a una amplia variedad de vertebrados de sangre caliente, incluyendo perros, gatos, seres humanos, gallinas, conejos, ardillas, ratas y ratones. Las pulgas son una molestia para sus huéspedes, causando una sensación de picazón que a su vez puede hacer que el huésped intente eliminar la plaga al morder, picar, rascar, etc. las proximidades del parásito. Sin embargo, las pulgas no son simplemente una fuente de molestia. Algunas personas y animales sufren reacciones alérgicas a la saliva de las pulgas que resultan en erupciones. Las picaduras de pulgas generalmente resultan en la formación de un punto de picazón hinchado ligeramente elevado con un solo punto de punción en el centro. Las picaduras a menudo aparecen en grupos o líneas, y pueden permanecer con picazón e inflamación hasta varias semanas después. Las pulgas también pueden conducir a la pérdida del cabello como resultado de los rasguños y mordeduras frecuentes del animal y pueden causar anemia en casos extremos. Además de los problemas planteados por la propia criatura, las pulgas también pueden actuar como un vector para la enfermedad. Por ejemplo, las pulgas transmiten la peste bubónica entre roedores y humanos portando bacterias «Yersinia pestis».